Es la rama de la Medicina Veterinaria, que se encarga de la prevención, diagnóstico y también de los trastornos de la conducta en los animales de compañía. El objetivo principal debe ser mejorar la calidad de vida del animal y del propietario.
Para ello es necesario evaluar el estado de salud del animal, para descartar enfermedades de todo tipo que puedan provocar cambios de conducta, alterando el bienestar del animal y de la familia cuidadora.